Un pensamiento realmente positivo.

Un pensamiento realmente positivo.

Fragmento tomado de la obra:

CRECIENDO EN EL SERVICIO
AUTOR: J. ARTURO LONDOÑO

El pensamiento, la clave de todo nuestro proceso de crecimiento, somos lo que pensamos, actuamos en concordancia inconsciente con nuestro propio pensamiento, elaboramos nuestro propio mundo desde el pensamiento, vemos el mundo a través del filtro de nuestros pensamientos, somos tan positivos como queramos ser y somos tan negativos como igualmente queramos serlo.

El pensamiento es esa fuerza vital que reta nuestros problemas, que permite el disfrute de las dificultades, que nos hace sentir vivos y nos hace vivir la vida como la pensemos; el pensamiento posee una innegable e intrínseca relación con el ser, con nuestro ser, de hecho nadie podrá, a menos que lo permitamos, penetrar en el espacio de nuestros pensamientos; incluso, lo sabemos, existen muchos, tal vez la mayoría de nuestros pensamientos, que nunca nadie sabrá que pasaron por nuestra mente, que fueron vida en nuestro interior y que canalizaron muchas de nuestras actitudes, algunas explicadas, otras no tanto.

Eso es el pensamiento, esa fuerza interior un tanto indescriptible que condiciona, si se quiere, todos y cada uno de nuestros actos, haciendo que veamos y vivamos el mundo, nuestro mundo, de acuerdo con esa forma de verlo, porque todo en nuestra vida se puede ver desde dos ángulos, uno negativo, complejo y frustrante, y otro positivo, retador, lleno de motivos buenos para llenar de paz el alma.

La vida nunca es fácil, vivir, de hecho es un constante ejercicio de empezar cada vez, aprender cada vez y mejorar cada vez; sin embargo esa misma forma de asumir la vida, de concebirla desde nuestro pensamiento, es, de alguna manera el fruto de la actitud que asumamos ante ésta.

Es posible vivir buscando lo que no tenemos, es posible sufrir incluso cuando la vida nos llena de cosas buenas, son esas las ocasiones y las personas en las que existe esa dolorosa tendencia a buscar el lado triste de la vida, el detalle faltante de las más completas alegrías, el dolor como una forma de disfrute.

Sin embargo siempre será más enaltecedora una vida regida por un pensamiento eminentemente positivo, un pensamiento conducente a las más satisfactorias actitudes, un pensamiento que gratifique la propia existencia en búsqueda de la felicidad para la cual hemos sido creados, un pensamiento que, sin ser fantasioso, pueda otorgar a la vida esa dosis necesaria de impulso que nos hace sentir y entender la existencia como un acontecimiento pleno de posibilidades para disfrutar, para realizarnos, para crecer.

De la obra: Creciendo en el servicio. J. Arturo londoño
Fragmento.