LUIS FERNANDO MONTOYA SOTO – EL CAMPEÓN DE LA VIDA

LUIS FERNANDO MONTOYA SOTO – EL CAMPEÓN DE LA VIDA

LUIS FERNANDO MONTOYA SOTO
EL CAMPEÓN DE LA VIDA

AUTOR: JAIME HERRERA CORREA

 

CAPÍTULO 13: DE TÉCNICO A PROMOTOR DE ILUSIONES

En enero de 2010 en el Hospital Pablo Tobón Uribe el urólogo discapacitado Juan Carlos Castaño, con la colaboración de Ignacio González, le implantó un controlador de esfínteres que le dio más calidad de vida al técnico Luis Fernando Montoya.

Convencido de que su liderazgo, perseverancia y capacidad de superación también podrían ser útiles para la sociedad, Luis Fernando Montoya aceptó otro reto personal a partir de 2009. Sin enterrar su vocación de técnico ni dejar de escuchar la música vieja que lo apasiona al igual que los radios antiguos, comenzó a brindar charlas de motivación gracias a la voz de aliento que encontró en un grupo especial que lo rodea.

Reforzado espiritualmente por los sacerdotes John Jairo Herrera, Horacio Carrasquilla y Mario Mejía; por la religiosa de la Anunciación Cecilia Inés Granado Díaz, el sicólogo Luis Alfonso Sosa y su amigo Imre Kocsis, el estratega se llenó de motivos para explorar otra faceta profesional que también lo ha llenado de vida.

Luis Alfonso Sosa, Juan Carlos Ángel, Roberto Hoyos Ruiz y Risa Loca continuamente le hacen más amena la existencia al técnico Luis Fernando Montoya.

Manejar un equipo de fútbol, integrado por jugadores de varios países y con costumbres muy diferentes, hasta convertirlo en campeón, era un punto de partida para el entrenador colombiano. Fue a partir del liderazgo que le sobró en el Once Caldas que comenzó la función que actualmente le brinda otras oportunidades personales gracias a la buena asesoría que ha recibido de aquellas personas expertas en motivar seres humanos.

Convertirse en un promotor de ilusiones fue su siguiente meta y para ello sólo tuvo que ser capaz de manejar los auditorios, ya que su condición especial y la fe que le sobra le dieron los elementos necesarios para llegarle a la gente y transmitir ese don especial que requieren los seres con necesidades muy singulares.

Con el eslogan “la adversidad es un momento para triunfar”, Luis Fernando Montoya inició su nuevo proyecto de vida que tuvo como primera estación los empleados de una empresa. Allí enfatizó en que “el compromiso individual siempre debe ser el querer superarnos todos los días. El principal ejemplo soy yo, les digo, y eso ha sido vital para que piensen que, si uno puede trabajar, soñar y alcanzar metas, cómo no lo van a hacer ellos que lo tienen todo”
A partir de esa premisa el campeón de la vida se ideó con su sicólogo Luis Alfonso Sosa un temario participativo en el que el liderazgo, el manejo de grupo, la lluvia de ideas y las buenas intenciones juegan un papel determinante en las conferencias que lo revitalizan. Prueba de ello es que califica sus charlas como “una estupenda experiencia que me agrada, pues a principios de 2010 dicté una conferencia en Cartagena a los vendedores de Pfizer y la pasé muy bien”

El profe refleja capacidad, convence y demuestra que la mente lo puede todo y por eso el buen resultado de sus conferencias y la aceptación entre el público, que siempre que lo escucha queda convencido de que puede superar las adversidades, que, comparadas con las vividas por el orientador, terminan siendo mínimas.

No dejarse dominar por lo problemas y recordar siempre que “tengo muchas condiciones para no quedarme corto ante los propósitos”.

En casi todas las reuniones, más cuando son públicos nuevos, les recalca que “si yo logré la meta, después de cinco años, de respirar autónomamente sin necesidad del ventilador, cómo no lo van a hacer ustedes que cuentan con todas las herramientas en sus organizaciones y empresas para ser los primeros en sus tareas”.

Luis Fernando Montoya comparte con la familia del fútbol, especialmente con los niños del Ponyfútbol y la copa CipaInder.

Luis Montoya trabaja como conferencista el lema “lento pero seguro”, el cual trae desde 2004 cuando alcanzó la Copa Libertadores con Once Caldas. Su intención con esta frase es invitar a no dejar ningún detalle por fuera para ganar aceptación y credibilidad, elementos clave en el éxito de cualquier individuo o empresa.

Explotando una verdad que pocos reconocen “nos encantan que nos enseñen a ser ganadores”, Luis Fernando Montoya se afianza en una labor que desea aprovechar para continuar enseñando con base en su fe y capacidad de superación.

Recordarle al público que “desde que empezamos a caminar queremos ser ganadores y no perdedores; queremos competir siempre para ganar y mostrar progresos y desde niños queremos y pensamos en ganar”, ayudó a que el estratega fortaleciera su reconocimiento y aceptación en su nueva manera de desempeñarse profesionalmente.

FUENTE DE VIDA
Para Luis Alfonso Sosa el éxito de su amigo Luis Montoya como promotor de ilusiones se debe a que nunca quiso tirar la toalla por la dificultad y todos los días tiene una nueva ilusión para vivir. Eso, cree él, genera confianza y credibilidad entre las personas que lo escuchan.

Con su ejemplo al entrenador antioqueño demuestra, según Sosa, que todo se puede alcanzar, aunque haya limitaciones.

El motivador que ha sido testigo de cada uno de sus logros explica que con su aguante, capacidad y perseverancia Fernando demuestra que se pueden alcanzar los sueños y todas las ilusiones, pero que nada es fácil y que para lograr las metas hay que recorrer largos y difíciles caminos sin desistir en ningún momento.

Imre Kocsis, quien disfruta con sus logros desde su época de entrenador de divisiones menores en Nacional, le ve mucho futuro a Luis Fernando en su nueva labor y en la recuperación que debe continuar.
Kocsis considera que la fe es la que mueve a Montoya a dictar las charlas, convencido de que volverá a las canchas, algo que él también considera viable después de apreciar sus progresos.

Desde que visitaron al sacerdote Maria Mejia, en Fredonia, donde “le pronosticaron que sería campeón de la Copa Libertadores y le echaron la bendición diciéndole: hijo te vas a levantar y vas a superar esta nueva prueba”, Kocsis se convenció de que al técnico de Caldas le sobran valores y capacidad para mostrarle algo diferente a la sociedad.

Conociendo la grandeza de su pupilo, Imre no duda de que “a Nando la fe lo está llevando a darnos ejemplo con su afán de volver a conseguir cosas muy grandes en el fútbol, porque es un paisa capaz de superar la adversidad”.
También ha sido testigo de su evolución y superación Cecilia Inés Granado Díaz, Hermana de la Anunciación que desde el 25 de diciembre puso de manera gratuita el Funcere (Fundación de Reflexología y Terapias Complementarias) a disposición de Luis Fernando Montoya.

Un día después del hecho trágico, la hermanita recibió el visto bueno de la familia y se ganó la confianza del estratega para que, a partir de los puntos reflejo de sus pies y manos, le empezara a trabajar la regeneración celular y a prevenir algunas enfermedades.

Ese acercamiento, que sin falta hace cinco años se realiza todos los lunes con el acompañamiento de la sicóloga Clarita Micolta, le ha permitido a Cecilia Inés presenciar los cambios positivos del orientador.

Con sesiones de una hora, en las que trabaja dedo por dedo convencida de que la herencia que existe en cada una de las partes de las extremidades inferiores termina generando movimiento, la monja despertó ciertas sensaciones en el pie izquierdo del profe y por eso se atreve a asegurar, basada en su experiencia y la fe, que “Luis Fernando algún día volverá a ser normal”.

El viaje que tuvo Montoya por Japón, con motivo de la Copa Intercontinental con Once Caldas, le permitió conocer el origen de la reflexología y eso fue vital para que él creyera en cada una de las terapias de la hermanita de Funcere y los resultados fueran tan positivos que también los incluye en sus charlas motivacionales.

Lo que más le gusta a Luis Fernando Montoya es que lo tengan en cuenta para los eventos futbolísticos. Siempre le dice sí a las invitaciones en los estadios y demás escenarios deportivos.

Cuando le preguntan ¿volvió a sentir su cuerpo? Montoya no lo duda para confirmar que en octubre de 2009 “experimenté sensaciones en el pie izquierdo y en diciembre me estaba doliendo”.

Cecilia Inés Granado Díaz, asegura que “si hay dolor significa que hay vida en esa extremidad”. Esto pone a soñar con una pronta recuperación del técnico a la monja experta en reflexología y quien cuenta que después de 39 terapias suyas, un niño que tenía parálisis nacimiento terminó caminando.

Es normal apreciar a Luis Fernando Montoya en los eventos públicos, siempre es un invitado de honor.

Esto último le hace pensar a la hermana Cecilia en que Montoya Soto es un ser especial escogido para dar ejemplo de vida, vender ilusiones y ratificar que las personas sí pueden superar todos sus momentos difíciles.
Así sus instantes críticos hayan sido incalculables, la monjita Cecilia Inés está convencida de que Fernando Montoya, después de reflexionar y de experimentar tantas vivencias “saldrá adelante, porque nos está enseñando a apreciar la vida y con eso no sólo da ejemplo, sino que nos hace pensar en que con la ayuda del Creador terminará caminando gracias a su fe y a que el cerebro le funciona perfectamente”.
Haber aceptado su tragedia fue el punto de partida hacia la superación y la clave para convertirse en referente de una sociedad que lo escucha y le cree porque con su tesón demuestra que sí se puede.

El técnico Luis Fernando Montoya también se unió, hace rato, a la plegaria por la liberación de todos los secuestrados en Colombia y el mundo.
René Higuita ha sido uno de los tantos deportistas que se asombran con la capacidad de superación del técnico Luis Fernando Montoya.

DECÁLOGO DEL ÉXITO PERSONAL, SEGÚN LUIS FERNANDO MONTOYA

Tener actitud positiva.
Evidenciar disponibilidad mental.
Ejecutar bien una labor.
Comenzar todo reto de manera positiva.
Dedicarle tiempo y paciencia a los logros.
No perder la cabeza cuando las cosas no salen bien.
Desarrollar capacidad mental a la hora de grandes decisiones y tareas difíciles.
Dejar de lado las excusas.
Pensar siempre en ser ganadores.
Ser siempre positivo, ser siempre positivo y ser siempre positivo.

LUIS FERNANDO MONTOYA SOTO
EL CAMPEÓN DE LA VIDA

AUTOR: JAIME HERRERA CORREA